¿El exceso de calor afecta la potencia de mi auto?
Ya sabemos que el calor intenso puede afectar la pintura del auto, sobre todo si lo exponemos al rayo del sol durante largas jornadas del día. Pero, ¿el calor afecta el funcionamiento o la potencia de mi auto?
Los defensores de esta premisa sostienen que el calor excesivo interfiere en la correcta combustión y por lo tanto en la potencia y en el consumo de combustible.
Aunque no hay ningún estudio al respecto, nunca será bueno dejar tu auto a la merced de las inclemencias del clima. Por temporadas muy largas, el calor le quita el brillo a la pintura, reseca las llantas y de forma interna también reseca las juntas y gomas existentes en el auto.
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Con respecto a la combustión, el efecto en períodos cortos es casi imperceptible pero a largo plazo se calcula que a más de 35º C en el ambiente y más de 100 ºC en el interior del motor, se pierde entre 12 a 18 HP y el consumo aumenta un litro por cada 100 km recorridos.
Para evitar daños en tu auto por el excesivo calor, te explicamos qué otros sistemas de tu auto se pueden ver afectados y cómo puedes evitar o al menos reducir los desperfectos.
Combustión del motor
Todo motor de combustión interna necesita oxígeno para funcionar pero cuando el aire que entra a la cámara de combustión se encuentra a altas temperaturas, la mezcla no se quema con tanta facilidad. Este fenómeno provoca las 2 principales consecuencias del calor en el auto; aumento de consumo de combustible y pérdida de potencia.
Lo mejor que podemos hacer para reducir en la medida de lo posible estas consecuencias es asegurarnos que los filtros de aire y el aceite estén en óptimas condiciones. Además, podemos mejorar la combustión si cambiamos las bujías en cada servicio, entre 20 a 30 mil kilómetros recorridos.
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Sistemas de refrigeración
El sistema de refrigeración es uno de los principales afectados cuando altas temperaturas se combinan con un deficiente mantenimiento. Asegúrate de mantener el líquido refrigerante en su nivel y cambiarlo cuando sea necesario, será suficiente.
Sistema de frenado
De nueva cuenta el desgaste por el uso, un mal mantenimiento y el calor son una mala combinación para el sistema de frenado. Las mangueras, líquidos de frenos y hasta las balatas pueden funcionar de forma deficiente por el calor excesivo.
A altas temperaturas el líquido de frenos puede reducir su funcionamiento, provocando que el pedal del freno se sienta muy blando pero el vehículo no se detiene. En la época de verano cuando el calor es más intenso, la liberación de calor es más difícil.
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Además, con la fricción entre los discos, la temperatura puede subir aún más y provocar fallas en el sistema de frenos, en específico en los discos y en el líquido de frenos.
En conclusión, las altas temperatura del ambiente por sí solas no afectan el funcionamiento del vehículo pero si además, no le brindamos el mantenimiento adecuado a nuestro vehículo, si pueden aparecer consecuencias.
En temperaturas altas, mantente al pendiente de ruidos, vibraciones inusuales, cambios en la resistencia de los pedales o el volante. Si notas algún cambio notable, lo mejor será llevar tu auto a revisión.
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