Mantenimiento de un auto eléctrico frente a uno de combustión
La decisión de comprar un auto es difícil pues debemos elegir entre modelos, versiones, equipamiento, nuestro presupuesto y hasta el color. Dentro de las alternativas también tenemos a los autos eléctricos.
Muchas personas los descartan desde el inicio debido en su gran mayoría a que tienen un precio promedio más alto. Sin embargo, hay muchas ventajas de comprar un auto eléctrico, entre ellas un costo de mantenimiento mucho más bajo.
El funcionamiento de un auto eléctrico es más simple a uno de combustión. En resumen un auto eléctrico cuenta con la batería, un rotor, soporte y los cojinetes del motor, a diferencia de la decenas de sistemas y subsistemas de un auto de combustión.
Esta simplicidad permite que su mantenimiento sea mucho más económico aunque sí es más especializado por lo cual no podremos ir a cualquier taller mecánico.
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Mantenimiento básico auto eléctrico
El sistema de propulsión de un vehículo eléctrico se compone básicamente de una batería que brinda energía a un complejo de engranajes los cuales a su vez transmiten la energía a las ruedas.
El mantenimiento periódico de un automóvil eléctrico consistirá en los primeros años de una simple revisión de las conexiones entre el motor eléctrico y la batería. Se trata de un proceso no tan complicado el cual llevará no más de 30 minutos, de no hallar alguna falla.
El problema con el mantenimiento de un auto eléctrico consiste mayormente en hallar un taller especializado en donde sean capaces de realizar reparaciones a un vehículo con esta tecnología.
Por su parte, los autos convencionales requieren mantenimiento incluso al ser nuevos como lo es el cambio de filtros y de aceite incluso la revisión periódica del radiador.
Refrigerante para batería
Tal vez el mantenimiento de un auto eléctrico de mayor importancia sea el cambio del líquido refrigerante de la batería. Pero incluso este elemento se debe cambiar hasta los 170 mil kilómetros y después de la primera ocasión, sólo será necesario hacerlo a los 120 mil kilómetros.
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Software del vehículo
La mayoría de los vehículos modernos cuentan con software complejos los cuales brindan una vigilancia permanente del estado mecánico del automóvil. Además, claro, de los sistemas de seguridad y de conducción.
En el caso de los vehículos eléctricos la tecnología no es la excepción, podríamos decir que son la punta de lanza en el desarrollo tecnológico automotriz. La actualización del software necesario en un vehículo eléctrico suele ser muy sencillo pues la mayoría cuentan con conexión inalámbrica a Internet.
No hay filtros ni lubricantes
En un auto eléctrico no veremos los filtros de aceite o de combustible, no será necesario cambiar las bujías, pastillas de frenos o la banda de distribución. Cualquiera que ha tenido un auto sabe el gasto generado por cambiar estas piezas en un auto de combustión.
En un auto de combustión el cambio de estos elementos es esencial pues se trata de piezas permanentemente llenas de grasa y sometidas a altas temperaturas y una intensa fricción.
Mantenimiento similar eléctrico y de combustión
Aunque ya hablamos de las grandes diferencias entre los autos eléctrico y los de combustión, también es necesario tener en claro el mantenimiento que tienen en común.
El ejemplo más claro son los neumáticos. Su mantenimiento y cuidados son los mismos pues el desgaste es idéntico. Cuidar las llantas de tu vehículo es de vital importancia pues es el único elemento que tiene contacto con el camino.
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También será necesario cambiar los filtros del aire acondicionado y sobre todo el filtro del aire en del motor, el cual evita el paso de partículas a la batería.
No podemos dejar de mencionar elementos de uso constante como los limpiaparabrisas, vestiduras o amortiguadores.
Pastillas de frenos
Las pastillas de los frenos, popularmente conocidas como balatas deben ser mencionadas a parte pues cuenta con una particularidad.
Casi todos los vehículos eléctricos cuentan con un sistema de frenado regenerativo, el cual absorbe gran parte de la inercia al frenar para utilizarla cuando el vehículo retome su marcha. Esta dinámica permite que la vida útil de las pastillas de los frenos sea mucho más extendida a un auto de combustión.
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